Calderas Haritza planta un árbol por cada caldera de gas de condensación instalada

En la actualidad, la ciudadanía es más consciente que nunca de la importancia de cuidar del medioambiente, apoyando todo tipo de iniciativas públicas y privadas que permitan minimizar el impacto medioambiental que produce a diario el ser humano.

Calderas Haritza, una empresa irundarra especializada en la instalación de calderas de gas, lanzó a principios del 2019 una iniciativa verde que sirviera para paliar la huella de carbono que tienen los sistemas de calefacción, comprometiéndose a emplear parte de los beneficios a plantar árboles autóctonos por cada caldera de condensación que instalara. Una iniciativa que recientemente fue reproducida por algunos grandes fabricantes del sector.

Para conocer la naturaleza de iniciativas como la de Calderas Haritza, conviene comprender qué es la huella de carbono y por qué es tan importante para la sociedad su reducción.

La huella de carbonoEl impacto ambiental que tienen las personas, las empresas, sus productos en incluso los eventos puede medirse. Para medir la totalidad de gases de efecto invernadero que se emite a la atmósfera, se emplea el indicador ambiental de la huella de carbono, que se mide en volumen de dióxido de carbono emitido.

Medir el volumen de CO2 emitido y la huella, hace posible cuantificar el daño causado y poder implementar estrategias de compensación o reducción a través de iniciativas públicas, o como en este caso, iniciativas privadas.

Calderas de condensación para reducir aún más la emisión de CO2 En buena parte de los hogares ya se emplean sistemas de calefacción de caldera de gas, que emplean como principal fuente de energía el gas natural.La sustitución de estos sistemas por las modernas calderas de gas de condensación reduce las emisiones de CO2 en hasta un 50%. Esta medida sumada a una revisión y mejora del aislamiento del hogar reducirían aún más las emisiones y por consiguiente se lograría también un importante ahorro económico.

Ayudando al medioambiente local La iniciativa de Calderas Haritza se diferencia de proyectos similares de reducción de la huella de carbono en un aspecto clave, y es que el proyecto de reforestación se realiza localmente, cerca de sus clientes, beneficiando directamente a las personas que deciden cambiar su caldera de gas por una caldera de condensación que ya de por sí es más eficiente que la caldera convencional y que por lo tanto ya resulta más ecológica.

Estas personas no sólo habrán contribuido a minimizar el impacto ecológico de sus sistemas de calefacción, sino que además podrán disfrutar de la belleza y del aire puro que generarán los robles jóvenes plantados en su ciudad e inmediaciones.

“Buscar proyectos e iniciativas que promueven la plantación de árboles y colaborar con ellas en nuestro entorno más cercano, es una manera colaborativa de luchar contra el cambio climático. Plantar nuestros propios árboles o participar en jornadas de voluntariado con organizaciones y administraciones públicas o empresas que promueven este tipo de iniciativas es una lucha muy eficaz contra el cambio climático. Un árbol no hace bosque pero 1.000 sí, el bosque es la vida, entre todos conseguiremos revertir esta situación”, concluyen desde Calderas Haritza.