El cuidado de la sonrisa resiste a la covid-19: solo el 9% interrumpe sus tratamientos durante la pandemia

La denominada ‘regla de las tres emes’ —manos limpias, mantener la distancia y mascarilla–para evitar la propagación del virus tiene en la salud oral el complemento perfecto como mecanismo de prevención. El Consejo de Dentistas de España recuerda que el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad que se denomina covid-19, ingresa en el organismo a través de la mucosa oral, nasal y ocular. Esta evidencia está presente en la población, ya que una de cada dos personas cree que una buena salud oral influye para prevenir el contagio.

El estudio sobre el impacto de la pandemia en la salud bucodental, realizado a partir de una muestra de más de 2.000 personas, manifiesta una evidente predisposición a seguir mejorando la salud de los dientes pese a que la mascarilla impiden mostrar la sonrisa temporalmente. Una de cada tres personas se muestra predispuesta a iniciar un tratamiento y más del 25% lo ha iniciado tras activarse la pandemia. Solo el 15% prefiere esperar, mientras que de los que se encontraban en tratamiento, el 9% ha preferido posponerlo.

Paradójicamente, la sociedad está aprovechando el uso obligatorio de la mascarilla para mejorar estética y funcionalmente la sonrisa. Entre los tratamientos más demandados este año destacan la implantología, soluciones estéticas como las carillas dentales y especialmente la ortodoncia. El 55 por ciento de los dentistas de España afirma que ha aumentado su demanda en 2020.

La clínica, un espacio seguroPese a la incertidumbre del confinamiento, el análisis revela plena confianza de sociedad en el dentista. El 91% se muestra convencido de que las clínicas dentales son espacios seguros en la ‘era covid’. Las medidas de protección adoptadas para frenar la expansión del virus ya venían aplicándose en el sector odontológico desde hace años, que además ha reforzado sus protocolos con nuevas medidas como el triaje telefónico, la descontaminación de espacios o el uso de equipos de protección individual, entre otros.

La enfermedad, por tanto, no supone ninguna barrera para acudir con regularidad al dentista en estos momentos. Tan solo el 1% achaca a la covid-19 la decisión de no visitar al dentista ahora. La ausencia de un problema grave (14%), la falta de tiempo (12%) y las razones económicas (12%) son las principales motivos para no revisar la salud bucodental, aunque la mayoría (51%) asegura no tener impedimentos para ir a la consulta.

Fuera de las fronteras, el escenario que vive el sector refuerza la confianza en las clínicas como espacio seguro, aun tratándose de grupos muy expuestos. Un estudio publicado en la revista The Journal of the American Dental Association publicado recientemente apunta que solo el 1% de los dentistas de Estados Unidos se ha contagiado de la covid-19.

Por último, el tradicional miedo al dentista también evoluciona positivamente en un año complicado como está siendo el 2020. Según Clínicas W, tan solo el 6% considera esta circunstancia la barrera que le separa del cuidado de su salud bucodental, sensiblemente por debajo del 10% del año pasado.