¿Se sufren tics nerviosos o movimientos involuntarios? Se podría estar enfrentando el síndrome de Tourette

¿Se ha dado cuenta de que realiza movimientos o sonidos involuntarios que no puede controlar? ¿O conoce a alguien que repite ciertos gestos o palabras sin razón aparente? Estos podrían ser síntomas del Síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que comienza en la infancia y afecta aproximadamente a 1 de cada 100 personas, según la Asociación Europea del Síndrome de Tourette (EAST).

¿Qué es el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette es un trastorno del sistema nervioso que provoca tics motores y vocales, los cuales son movimientos o sonidos involuntarios y repetitivos. Aunque los síntomas suelen comenzar entre los 5 y los 10 años, su intensidad puede variar significativamente entre las personas afectadas.

Existen dos tipos principales de tics:

Tics motores: Parpadeos frecuentes, sacudidas de cabeza, movimientos de brazos o piernas.

Tics vocales: Carraspeos, gruñidos, repeticiones de palabras o frases (en raros casos, lenguaje ofensivo o inapropiado, conocido como coprolalia).

Los síntomas suelen fluctuar, siendo más intensos en momentos de estrés o cansancio, y pueden mejorar con el tiempo en algunos casos. Sin embargo, en otros, los tics pueden persistir y causar problemas en la vida diaria.

¿Qué causa el síndrome de Tourette?

Aunque la causa exacta no se comprende por completo, se cree que hay una combinación de factores genéticos y neurológicos. En la mayoría de los casos, el síndrome de Tourette está asociado a alteraciones en las conexiones del cerebro que controlan los movimientos y las emociones. Además, suele coexistir con otros trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o la ansiedad.

El impacto del síndrome de Tourette en la vida diaria

El síndrome de Tourette no afecta la inteligencia, pero puede ser un desafío emocional y social, especialmente en niños y adolescentes. Las personas que lo padecen pueden enfrentar dificultades como:

Burlas o rechazo social debido a los tics visibles.

Dificultades para concentrarse en el colegio o el trabajo.

Estrés y ansiedad, que a menudo agravan los síntomas.

El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden ayudar a reducir el impacto de los tics en la vida diaria y mejorar el bienestar general.

En Clínica Azorín, trabajan para mejorar la calidad de vida

La Unidad de Neurología y Neurofisiología Clínica de Clínica Azorín ofrece un enfoque multidisciplinar para el manejo del síndrome de Tourette. El equipo de neurólogos y fisioterapeutas especializados trabaja en conjunto para diseñar estrategias que ayuden a reducir los tics, controlar la ansiedad y mejorar la interacción social.

“Entendemos que cada paciente con síndrome de Tourette enfrenta desafíos únicos, por lo que nuestro enfoque se centra en personalizar el tratamiento para cubrir sus necesidades específicas”, explica Joaquín Azorín, Director de Clínica Azorín.

Los tratamientos pueden incluir:

Terapia conductual: Para enseñar técnicas que ayuden a gestionar los tics.

Fisioterapia neurológica: Para mejorar el control motor y reducir tensiones asociadas a los tics.

Si se presentan síntomas de tics motores o vocales, en Clínica Azorín es posible encontrar soluciones para mejorar la calidad de vida.

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Clínica Azorín

Web: Unidad de Neurología y Neurofisiología Clínica